Ir al contenido principal

Las palomas tirándole a las escopetas.

Por: Santiago Angarita.
  
El triunfo del NO de Andrés Gómez-Suarez, debería ser un texto obligatorio para la academia desde educación media hasta el ecosistema universitario. No solo expone de manera clara el alimento que se le proporciono a ese monstruo ciego que devoro de apoco la buena fe de un gran sector de la población. Si no que dictamina lugares, fechas y personajes determinados de la actualidad política. El libro entero es una gran lección de historia, pero no historia antigua que no afecta de forma directa el presente. Historia fresca. Sucesos recientes que aún permanecen en el imaginario colectivo, sucesos que podrían alterar el curso de un país a puertas de unas elecciones presidenciales donde una oposición retrechera y fascista sigue siendo catapultada por gran parte de la población.

En esta reflexión no me enfocare en  repetir lo que el libro o la conferencia del doctor Gómez ha planteado si no en explorar y exponer dichos planteamientos desde la perspectiva de los jóvenes que estuvimos apoyando el proceso de forma activa, que salimos a las calles ondeando banderas blancas, que aguantamos amenazas directas de las autodefensas gaitanistas  y dormimos a la intemperie en plazas públicas, militantes de la paz. No para dárnoslas de incomprendidos y rebeldes psuedo-revolucionarios, sino para exigir no más dilación por parte de las elites a una promesa de renovación que bien merecida tenía el país , no queríamos ser otra generación que se aguantara injusticias como el baile rojo de la unión patriótica u otra silla vacía .

El triunfo del centro democrático, porque no me atrevo a decir que fue la oposición entera quien engaño al país, se remonta a aquellas épocas oscuras en las que los medios nos pintaban paraísos terrenales alumbrados bajo la premisa de una supuesta “seguridad democrática”. No existió nunca tal seguridad democrática, a pesar de que la generación que para asuntos prácticos llamare “palomas” (y no por paloma valencia si no por el símbolo de la paz) se encontraba aún muy joven como para analizar de forma critica el contexto, ya se podía observar en todos los medios de comunicación al gran héroe nacional, el presidente Uribe, el hombre que necesitaba al país. Un campesino verraco que montaba caballo y bebía aguardiente con sus jornaleros. El pueblo automáticamente sintió simpatía y repartiendo medallas y subiendo sueldos por cabeza de guerrillero se ganó el amor también de la fuerza pública, estamento que se supone no debería tener ningún tipo de inclinación política (pero es más Uribista que Ordoñez).

Uribe nos vendió a la guerrilla de las FARC como monstruos sedientos de sangre, incluso hasta disfrazo ciudadanos como ellos con el fin de tener con que sustentarle al pueblo todo el presupuesto que le entraba a las fuerzas armadas .masacres como las de Soacha a pesar de haber salido a la luz pública hoy día no son suficientes para abrir los ojos del partidarios del hoy senador Uribe (así RCN lo siga llamando presidente). Como lo plantea Gómez –Suarez, el hombrecito supo cómo jugar con las emociones de un pueblo que se rige por instintos primarios.

Por si fuera poco este hombre se indignó porque su sucesor no siguió al pie de la letra las ordenes de su imperio del terror fundo un movimiento guerrerista que funciona bajo el manto jurídico de partido político llamado centro democrático, muchos años después de la falla apoteósica de la seguridad democrática. Se hizo con una liga de individuos de ultraderecha digna de antagonizar la próxima película de Batman. Desde un inquisidor homofóbico hasta una paloma (esta si no es la de la paz) que compara a Uribe  con el Jesús de los católicos, el mesías, el salvador. La diferencia es que este salvador no está acompañado de palomas blancas con lenguas de fuego, si no con águilas negras con armas de fuego. Plateándolo de esta forma la política del país parece un circo, ¿a dónde vamos a parar? Más bien a donde fuimos a parar…por que el dos de octubre de 2016 se comprobó que somos un país sin memoria.

A eso de las 6:30 de la tarde las palomas del movimiento universitario gestado en la coyuntura del plebiscito se encontraban atónitas frente a la pantalla de la caja boba. Había ganado el NO. Era algo de no creer, las encuestas habían afirmado lo contrarios y no solo era eso , era pensar que  no era el voto de los jóvenes el que había desembocado ese resultado , si no el de  generaciones previas , engañadas bajo el odio y el rencor de los cuales se lucran de las muertes ajenas. No he de negar que el miedo irrumpió en todos los corazones, incluso se pensó con desaliento crear el movimiento  2 de octubre en honor al día en que empezó la plebitusa. Como era posible que tantas personas hubieran apoyado a:asesinos , mentirosos, estafadores , demagogos , manipuladores , homofóbicos , fanáticos ; que no querían otra cosa que desestabilizar lo poco que en cuatro años de sacrificio se había logrado.

Y a pesar de que gano el No los acuerdos se implementaron, con una oposición acérrima pero se implementaron. las zonas veredales , el desarme las FARC están cumpliendo a cabalidad los acuerdos pactados y a pesar de las múltiples fallas en de logística por parte del gobierno , las ansias de paz logran ser más grande que tener que establecer campamentos en zonas sin servicios básicos o recibir constantes amenazas de grupos paramilitares ( que supuestamente Uribe había eliminado ) siguen en pie de lucha , con la esperanza de poder participar en las decisiones políticas de la nación , una de las cuantas razones por las cuales se armaron en  un principio en la vieja Marquetalia. El acuerdo necesita a los veedores ahora más que nunca y los estudiantes somos los principales actores en dicha supervisión , si las juventudes del centro democrático siguen en pie de lucha por deslegitimar la paz del país , porque nosotros estamos sentados mirando como de a poco se tejen artimañas que  proyectan un panorama aún más duro para los futuros diálogos con el ELN y es que para nadie es un secreto , se desintegran las FARC y los Elenios y este país va a empezar a marchar a otro ritmo , con otras prioridades , con otra visión , con otra cultura.


Cuando me dicen juventudes del centro democrático me parece irrisorio y una contradicción inmensa, jóvenes oponiéndose al progreso, a la paz, a la diversidad. Sin embargo los hay y no son tampoco como pensamos, a pesar de que la culpa del resultado del plebiscito no fue culpa de los jóvenes nos dejó una gran lección. Hay que dejar la pasividad. Hay que recuperar el poder que tenían los universitarios, es que al fin y al cabo el país nos va a quedar a nosotros ya nadie  más. Hay que matar el ego y ponerse en los zapatos de aquellos que la guerra toco en carne propia. Es que ahora no se lanzan ni “sparkies” contra la injusticia. nuestros abuelos ya están muy viejos como para sentar un pie de lucha, nuestros padres están muy ocupados haciendo dinero, la pregunta es: ¿vamos a permitir que se caigan los acuerdos así como se cayó el plebiscito? O vamos a empezar a construir nuestro país y no dejarlo en manos de ancianos decrépitos con ínfulas de dictadores. Me duele mi país es por eso que lucho por el a diario. Por que como dicen por ahí quien no tiene una razón para morir no debería vivir y mi razón es el progreso de Colombia. ya es hora de que las palomas le tiren duro a las escopetas.





Comentarios

Entradas populares de este blog

La lucha en Buenaventura es legítima y el pueblo esta berraco

                                                                                            foto: Oswaldo Páez/ periódico El País Por Santiago Angarita. En Buenaventura el pueblo está berraco y con justa razón, el gobierno parece ignorar por completo las múltiples afectaciones que han sufrido a lo largo de la historia. El puerto ha sido desde siempre una provincia olvidada por el desinteresado gobierno centralista, que ha abandonado las zonas del pacifico a tal nivel que son estas las principales afectadas por el conflicto armado, el narcotráfico y el desempleo. A esto hay que sumarle las condiciones precarias de salud y salubridad, una región con ingresos económicos portuarios aun carece de un acueducto de calidad. El que poseen, no suministra el servicio las 24 horas del día y cuando lo hace el agua que sale por los ductos es turbia y de baja calidad. “Aquí pasamos semanas sin agua, la gente que no tiene tanque de agua queda jodido” afirma Vivian Arias, habitante de

Óscar Perdomo Gamboa: “Yo quise sacar a José Prudencio Padilla del olvido…”

El escritor colombiano Oscar Perdomo Gamboa, Cartagena. “Allá en la Guajira arriba” es el nuevo libro del escritor tolimense Óscar Perdomo Gamboa junto con la editorial Caza de Libros, expuesto en abril en la Feria Internacional del Libro de Bogotá del 2017. En diálogo con el autor, nos brindó detalles de esta novela que trata sobre el Almirante Padilla y también revela particularidades de sus anteriores publicaciones y su vida. Por: Natalia Andrea Marin Palomino. Usted escribió “Allá en la Guajira Arriba”, con el cual también ganó el Premio Estímulos Cali 2016, por amor a la música vallenata y José Prudencio Padilla, a pesar de no haber suficientes datos históricos del Almirante. ¿Cómo fue ese proceso de redacción y recopilación de información para lograr el desarrollo de la historia? O.P:  Fue difícil, aunque no lo suficiente comparado con las investigaciones que han hecho historiadores e investigadores profesionales. Me basé en decenas de libros publicados d

Los pecados de la vagina.

Me purgo, mi señor, de sus designios ancestrales. De rodillas y gacha la cabeza, me excuso por mentir tan bien. La señora quería respuestas, quería conocer el contenido, pero ella no podía. No debía decirlo. Nunca. Detrás de ella, enroscada en una manta vieja, la niña Alejandra le miraba con sus ojos grandes, como huevos cocidos. Blancos, muy blancos. Y temblaban, con el mismo miedo con el que se había tomado el contenido de la totuma que su madre levantaba con enojo. —¿Para quién lo hiciste, Berta? Más te vale que me digás que le has puesto y para quién. —Para nadie, mi señora, se lo digo. Eso solo son unas matas pa’ matar el moho del baño. No es para nadie. Estaba enojada. Doña Eugenia cuando se enojaba parecía triplicar su tamaño, que de ordinario era minúsculo y casi infantil. Señora de señoras, conocía todas las mañas ajenas, sobre todo las de sus subalternas, indias patirajadas sin educación . —Mirá Berta, sino me sos sincera te echo de la casa. —