por: Natalia Marin.
En el segundo día del Campamento por la Paz ubicado en la Plazoleta de San Francisco de Cali, Multiviral tuvo el honor de conocer a la comunidad Naya, un grupo rural de víctimas del conflicto armado, quienes dejaron sus hogares por un tiempo para ir de travesía en busca de una implementación de los acuerdos de Paz; además de ser personas muy amables y positivas, también nos regalaron un poco de su historia, la cual, a su vez, también hace parte de nuestro patrimonio colombiano.
La región del Naya fue fundada en el año 1950, producto del escape del conflicto social armado entre los partidos liberal y conservador. Inicialmente, ingresan comunidades afrodescendientes por la parte baja de la región en busca de minería y explotación de madera; por el sector alto de la región se internan las comunidades indígenas con la aspiración de encontrar tierras y oportunidades de vida digna. Vivían de la pesca, la caza, árboles silvestres, también de productos como el plátano, la yuca, malanga, maíz, caña, cacao, trigo, etc. En el año 1958, con la llegada de los campesinos, quienes no encuentran alternativas de mercadeo y facilidades de transporte para comercializar los frutos nacientes de los cultivos en la época, son obligados durante los años 80 a cultivar la hoja de coca (que, por cierto, su cosecha, transporte y comercialización era mucho más fácil de obtener, para ironía de muchos). Sin embargo, gracias a la unión y vínculos entre distintas agrupaciones, la comunidad del Naya es rica en amplia diversidad cultural, un dato importante.
Desafortunadamente, debido a la ambición de las multinacionales junto con apoyo estatal y ejercicio de Política Neoliberal, el Naya se enfrenta a nada más ni menos que al despojo y desplazamiento de sus tierras, sin obtener por parte del gobierno ni siquiera una pequeña ayuda para enfrentar las problemáticas sociales de sus comunidades. Todo esto con la intención de utilizar y aprovecharse sin impedimentos de las riquezas hídricas, minerales y naturales. En el año 1994, por la aspersión aérea con glifosato sobre el río Naya, 28 niños mueren gracias a la intoxicación, entre ellos también mucha de la fauna y flora. Al año 2000, los paramilitares se posesionan en las vías de acceso hacia la región restringiendo la entrada de alimentos y relegando más comunidades, por ejemplo, el Cabildo Indígena Nuevo Ceral, Cabildo Indígena de la Paila, entre otros.
Para el año 2001 sucede que la incursión del Bloque Calima acaba con la tranquilidad de la población dejando a su paso centenares e innumerables viudas y huérfanos, la muerte de líderes indígenas y comunales, constantes señalamientos a las cabezas masculinas/femeninas y la presencia de los grupos insurgentes E.L.N y FARC – EP, tanto en lo largo como en lo ancho de la región.
Después de luchar por construir un territorio de sueños y oportunidades con comunidades organizadas se fundan las primeras Juntas de Acción Comunal, en el año 1962, denominado Puerto Naya, más conocido como la Playa, dentro de la inspección de policía Nicolás Ramos Hidalgo, e igualmente en el municipio de Buenaventura, Valle, distrito especial y también la Junta de Acción Comunal del Playón en Buenos Aires, Cauca. Actualmente contamos con más de 16 juntas comunales, 4 cabildos indígenas, una asociación de trabajadores campesinos, confederación de las juntas comunales con una población de 8.000 habitantes y un consejo comunitario. Finalmente, con un pueblo conformado por más de 22.500 habitantes, la comunidad del Naya está presente para enfrentar el abandono estatal y convoca al estado colombiano la utilización de todos sus derechos, la reparación de las víctimas, la inversión social y legalización en todos los campos (territorios) y la lucha por la unidad en pro de la región son sus grandes aspiraciones para en un futuro volver a ser una comunidad intercultural.
Pues, la tierra del Naya es llena de gente “berraca”, emprendedora, solidaria y amable, que siguen marchando por la paz en Colombia exigiendo sí o sí la implementación de los acuerdos firmados en la Habana Cuba.
adaptado de Reseña Histórica: Cuenca hidrográfica del Pacífico – Región Naya entre Cauca y Valle del Cauca.
fotografia : Natalia Marin. |
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