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Hasta que cese la horrible noche.


Por Santiago Angarita Yela.


“Campesino, amigo la ciudad está contigo”, vitoreaban 100 centauros blancos cruzando indómitos la capital del gran valle. Gritos de lucha, lucha pacífica por un futuro próspero, lucha contra un sistema corrupto, contra una sociedad indolente he ignorante, que decidió con engaños postergar el horror de aquellos que viven la miseria de la guerra.


“campesino, amigo el pueblo está contigo “cabalgan los centauros hondeando banderas blancas, enfundando antorchas de esperanza, reflejando en su duro andar las miradas de jóvenes comprometidos con las víctimas de la incertidumbre, se retuerce el suelo y el cielo estrellado sonríe a aquellos rostros sudados y cascos maltrechos.



Los hilos se tensan y la danza de manipulación nace , son aquellos los menos ilustrados quienes se contonean con mayor maestría ;almas extraviadas adoptando odios ajenos , alimentando egos , enalteciendo ínfulas de superioridad ; con banderas como sables cortan los centauros de a poco el ambiente de incertidumbre , con cánticos aguerridos amainan la pasividad colectiva.


Nos hemos tomado las venas de la gran urbe, nos hemos tomado la monotonía, la hemos transformado en revolución. Jóvenes centauros desquebrajan el silencio con pisadas libertarias, han jurado con las manos en la luna, que no pararan su marcha hasta que cese la horrible noche.




fotografía: Santiago Angarita Yela 

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