Ir al contenido principal

Haiku trip





La palabra haiku en japonés “俳句” o en español jaiku, es un poema de origen japonés generalmente breve que se compone por una estrofa de 17 silabas divididas en tres versos. En otras palabras se trata de un escrito corto que se erige a partir de tres versos de cinco, siete y cinco silabas o moras respectivamente. Casi siempre se sustituyen las moras por silabas cuando se trasladan a otras lenguas. El contenido del haiku se apoya en el asombro y el éxtasis que la contemplación de la naturaleza provoca en el poeta.


En esta ocasión quise adaptar el haiku a mi campo de acción , la literatura urbana . A continuación les comparto mi primer serie de haikus titulada Haiku trip un acercamiento a este increíble arte, he encontrado en el haiku aquella belleza oriental que recalca la simpleza y brevedad, si se quiere ser un buen escritor hay que empezar por explorar los mas ancestrales maestros.


          

            Haiku trip


                          1

Transpiración musical foránea
 la musa no reside en el calabozo paterno,
 el loco diamante surca la alcoba.
              
                            2

La sensación extraterrestre de tus caderas de gata,
he encontrado paz en la soledad de mi tumba ,
mas muerto que vivo en el cielo de tus pesares.

                            3

Solo por que lo sientas no significa que allí reside ,
que realmente llamas amor efervescente .
Solo un cigarrillo a medio fumar.
       
                              4

La luz de la avenida golpeando masculinidades,
faldas cortas , murallas oblicuas talladas por secretos,
admirado a media noche por ancianos extraviados.

                                5

Vicisitudes de viernes alucinado ,
jueves extraviado entre fluidos y triunfos mediocres.
Como odio cuando es lunes.

                                6

Aquella mas amorfa no es mi rostro ensangrentado ,
no es la almohada negra ocultando las manchas fraternas .
No es mi vida figurada en un pliegue de ave nocturna.
       
                                  7
   
Voy a escribir hasta que amanezca ,
 amanecer hasta que me leas.
 correr hasta que te borres

                                   8

Si no regreso es por que mate a los gatos ,
cerdos enlatados revientan las ganas de volar.
noche adobada en deseos de ser poeta.

                                    9

Surco sin prisa la distancia entre mis cuevas ,
una protege mi vuelo onírico ,
la otra huele a jabón de jazmín.
      
                                   10

Imperios binarios con olor a medianoche ,
intento desesperado por emular compañía.
Es predecible el arte de cualquier guerra.

                                   11

Maleable la realidad inmediata ,
recuerdos de amistades distantes.
La montaña baila entre maullidos infernales.
       
                                    12

Ámame dos veces nena ,
así me iré con gallardía, no hables nena,
te negué el placer de mutilarme.

                                     13

Antes de que te deslices en la inconsciencia ,
antes de que te pierda entre asfalto y humedad.
Golpéame una vez mas.
    
                                   14

El peso del existir trata de quitarme la lisergia ,
violento arraigo el ultimo suspiro de un viaje eterno,
respiro y vuelo.


Santiago Angarita Yela

Comentarios

Entradas populares de este blog

La lucha en Buenaventura es legítima y el pueblo esta berraco

                                                                                            foto: Oswaldo Páez/ periódico El País Por Santiago Angarita. En Buenaventura el pueblo está berraco y con justa razón, el gobierno parece ignorar por completo las múltiples afectaciones que han sufrido a lo largo de la historia. El puerto ha sido desde siempre una provincia olvidada por el desinteresado gobierno centralista, que ha abandonado las zonas del pacifico a tal nivel que son estas las principales afectadas por el conflicto armado, el narcotráfico y el desempleo. A esto hay que sumarle las condiciones precarias de salud y salubridad, una región con ingresos económicos portuarios aun carece de un acueducto de calidad. El que poseen, no suministra el servicio las 24 horas del día y cuando lo hace el agua que sale por los ductos es turbia y de baja calidad. “Aquí pasamos semanas sin agua, la gente que no tiene tanque de agua queda jodido” afirma Vivian Arias, habitante de

Óscar Perdomo Gamboa: “Yo quise sacar a José Prudencio Padilla del olvido…”

El escritor colombiano Oscar Perdomo Gamboa, Cartagena. “Allá en la Guajira arriba” es el nuevo libro del escritor tolimense Óscar Perdomo Gamboa junto con la editorial Caza de Libros, expuesto en abril en la Feria Internacional del Libro de Bogotá del 2017. En diálogo con el autor, nos brindó detalles de esta novela que trata sobre el Almirante Padilla y también revela particularidades de sus anteriores publicaciones y su vida. Por: Natalia Andrea Marin Palomino. Usted escribió “Allá en la Guajira Arriba”, con el cual también ganó el Premio Estímulos Cali 2016, por amor a la música vallenata y José Prudencio Padilla, a pesar de no haber suficientes datos históricos del Almirante. ¿Cómo fue ese proceso de redacción y recopilación de información para lograr el desarrollo de la historia? O.P:  Fue difícil, aunque no lo suficiente comparado con las investigaciones que han hecho historiadores e investigadores profesionales. Me basé en decenas de libros publicados d

Los pecados de la vagina.

Me purgo, mi señor, de sus designios ancestrales. De rodillas y gacha la cabeza, me excuso por mentir tan bien. La señora quería respuestas, quería conocer el contenido, pero ella no podía. No debía decirlo. Nunca. Detrás de ella, enroscada en una manta vieja, la niña Alejandra le miraba con sus ojos grandes, como huevos cocidos. Blancos, muy blancos. Y temblaban, con el mismo miedo con el que se había tomado el contenido de la totuma que su madre levantaba con enojo. —¿Para quién lo hiciste, Berta? Más te vale que me digás que le has puesto y para quién. —Para nadie, mi señora, se lo digo. Eso solo son unas matas pa’ matar el moho del baño. No es para nadie. Estaba enojada. Doña Eugenia cuando se enojaba parecía triplicar su tamaño, que de ordinario era minúsculo y casi infantil. Señora de señoras, conocía todas las mañas ajenas, sobre todo las de sus subalternas, indias patirajadas sin educación . —Mirá Berta, sino me sos sincera te echo de la casa. —