Tu, que le has a dado a mi mente las herramientas,
Tu, la que me ha arrebatado el resto de mis ideas,
Ahora solo llenas cada esquina de mi entendimiento
te observo como mi inerme presa.
Cada vez se hacen más vívidas, más reales,
Esos momentos en que éramos uno,
Me invade los recuerdos hechos realidades
Donde nuestras sombras se fundían en el solar
Tu boca no sólo husmeaba ,
Quería recorrer cada ámbito de mi cuerpo
Por más recóndito que se mostrara
Tus ojos me conocen mas que nadie,
Ni siquiera los míos me han visto como lo hacen los tuyos,
Si percibo el aroma de tu cuerpo acalorado o escucho tu nombre
Se me humedecen las fauces y me ablanda el vientre
Y tu silueta lleva al paroxismo a todos mis más desconocidos deseos.
Freud vería mi mente como un laberinto imposible cuando descubro tu soberbia desnudez
No te quiero, no te aprecio solo te deseo y trato de alcanzarte
Me encuentro esclavo de mis más salvajes instintos y me resulta inadmisible escapar,
Te tengo entre mis labios empapados, te eslabono a mi con mis temblorosos brazos
Mientras que entre embestidas salvajes los sollozos y clamores se apresuran,
Me siento parte tuya y detono… entro a tu alma para darte la terneza final,
Entre resuellos incompletos y humo de tabaco entro por tus ventanas y araño tu alma eterna
Para volver a mi gayola estrecha y oscura esperando que tu deseo me libere.
Comentarios
Publicar un comentario