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¿Y ahora qué?

¿Y ahora qué?
Critica The New escritura.

Nos hemos quedado a la expectativa.

Los grandes soñadores de estos últimos años en Colombia nos hemos quedado a la expectativa.
Si, ¿qué escribiremos ahora?, ¿sobre que anhelos de paz tan fervientes escribiremos? ¿Cuál será nuestra próxima inspiración para llenar de gritos las calles? ¿Cuál será nuestra musa para indignarnos?

Es que no me basta con que aun en los altos colombianos se me mueran los niños indígenas de hambre, no me basta con que en las calles de las ciudades australes haya viejos aguantando el frio invierno hasta que sus cuerpos se rinden y se los llevan los pacos a los basurales, es que no me basta con que aún no hayamos encontrado a Hanier desde hace un año, o que aun siga viendo ancianas vendiendo dulces que nadie compra para vivir.

Ya estoy cansado de no saber por quién debería escribir, si escribir por el tipo ese que se ganó yo no sé qué copa en yo no sé dónde, o en las caras de los jóvenes tristes que aún no saben que harán mañana porque se están enfrentando a una sociedad a la que no le interesa entender a los nuevos, sino acoplarlos, para que escriban, diga, piensen y sueñen como les convenga a los comerciantes.

¿Porque no encontramos sentido? porque sigo cansado, porque sigo agotado, porque estoy rendido sin siquiera empezar la competencia…

¡PORQUE NO NACÍ PA´ COMPETIR!
Es así de simple.

Nuestra búsqueda pictórica de sentido se enfrenta a la cruda realidad de “para que seas importante tenés que haber ya publicado (no sé dónde y no sé cuántos te hayan leído)”, pero ¿han leído cosas tuyas, realmente tuyas? ¿O cosas que otro periodista podría escribir, quizá con las mismas palabras o los mismos tonos o diferentes? yo que sé.

Los nuevos, que a las letras queremos dedicarnos no queremos comprar rodilleras para que dejen que nos lean y que lo que lean sean cosas que NO son nuestras.

El motivo de lo alternativo,  el motivo de lo diferente,  el motivo de lo loco, lo que pierde sentido si se capitula, es que queremos ser leídos sin sentido alguno, sin mordaza alguna, queremos ser leídos sin esperar a que nos feliciten al final de una editorial, queremos ser leídos por amor.

Hasta que alcancemos la plenitud en nuestra américa latina, quedará tema para escribir.

Hasta que los miles de gritos, de toda esta gran cordillera hayan callado, quedará tema para escribir.

Así que no ha acabado, no ha acabado el trabajo, en Colombia firmamos la paz, entregamos las armas, pero hay gente gritando, hay niños muriendo, hay madres llorando, hay personas mintiendo, hay gente creyendo, hay jóvenes perdidos y todo es razón para escribir, gritar e indignarnos, la pregunta no es ¿y ahora qué? La pregunta es ¿con que seguimos?

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